Llegar en avión a Shanghai

Al llegar al aeropuerto de Pudong, y tras recoger las maletas, pasará por el control de la Policía, donde se comprobará que tiene su pasaporte en regla, junto con el visado correspondiente, y en donde habrá de entregar los dos impresos que habrá recibido en el avión, uno para la aduana y el otro para el control de inmigración.

Lo más cómodo es tomar un taxi que le dirija directamente a su hotel, para lo cual necesitará dinero en efectivo. Como la mayoría de los taxistas no hablan inglés lo mejor es que lleve apuntado la dirección de su hotel en un papel, a ser posible en chino.

Otra posibilidad para llegar al centro de la ciudad es coger el tren Maglev, que le dejará en el centro de la ciudad en menos de 7 minutos, gracias a su portentosa velocidad, que puede superar los 400 kilómetros por hora. Funciona desde las 7 de la mañana hasta las 22 horas, y sale cada 20 minutos. La estación en la que nos dejará no es demasiado céntrica, por lo que, desde allí, deberá coger el metro o un taxi.

La línea 2 de metro también comunica los dos aeropuertos de Shanghai pasando por el centro de la ciudad. Funciona de 6,30 a 21 horas y su mayor ventaja es su escaso precio. Asimismo, también hay diversas líneas de autobuses que enlazan el aeropuerto con diferentes puntos de la ciudad, pero el servicio es más lento y más caro que el de metro, por lo que no resultan tan recomendables.